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Los bancos centrales están procediendo con cautela y compartiendo información.
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Aunque la mayoría está investigando el tema, solo unos pocos pretenden emitir estas monedas.
El Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) determinó que el avance que se ha hecho en materia de criptoactivos es conceptual, a pesar de que la mayoría de los bancos centrales están interesados en crear activos propios. Según se explica, muchas entidades no están convencidas de que los beneficios de emitir criptoactivos superarán los costos.
El estudio, publicado este mes de enero en el sitio web del BIS y realizado por Christian Barontini y Henry Holden, concluye que solo unos pocos bancos centrales prevén usar este tipo de monedas en los próximos seis años, aun cuando muchos de estos organismos parecen haber aclarado los desafíos del lanzamiento de monedas digitales del Banco Central (CBDC).
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Para realizar la investigación, a fines de 2018, el BIS llevó a cabo una encuesta entre 63 bancos centrales (41 de ellos ubicados en mercados emergentes y 22 en economías avanzadas) que representan cerca del 80% de la población mundial, tal y como indica el documento. A estos organismos se les preguntó acerca de su trabajo actual sobre las CBDC, su motivación sobre el tema y las probabilidades de que emita este tipo de monedas digitales.
De esta forma se exponen las motivaciones detrás de la creación de estos activos, logrando determinar que, aunque la mayoría de los bancos centrales están investigando las CBDC, solo unos pocos pretenden emitir un CBDC en el corto y mediano plazo. Por tanto, más del 85% de los bancos centrales ven como algo improbable o muy improbable que lleguen a emitir cualquier tipo de CBDC.
Solo un número limitado de bancos centrales están avanzando a la etapa piloto con CBDC, y aún menos ven la emisión de un CBDC tan probable en el corto o mediano plazo (…) La evidencia de esta encuesta es que los bancos centrales están procediendo con cautela, y también que están colaborando y compartiendo los resultados de su trabajo.
Banco de Pagos Internacionales
En ese sentido, se mencionan como principal motivación la creación de una alternativa al uso de efectivo, aunque Galo Nuño, miembro de la Dirección General de Economía y Estadística del Banco de España, publicó en julio pasado un informe en el cual considera que existe preocupación por la posibilidad de que la aceptación de las criptomonedas termine desplazando al dinero de curso legal, lo cual les haría perder el control sobre la transmisión de sus políticas monetarias en el modelo económico dominante.
El informe del BIS señala que existe un mayor interés por la emisión de las CBDC por parte de las economías emergentes, en virtud de que los proyectos de inclusión financiera en estos países crean un mandato claro para la acción del banco central, a lo cual se suma el hecho de que fomentan el uso de nuevas tecnologías. Por el contrario, en las economías de primer mundo estas entidades observan que estas monedas podrían generar mayor complejidad operacional y mayor impacto en el sistema financiero.
ALGUNOS AVANCES
Como ejemplo de los pocos adelantos, el BIS analiza la situación de dos de los bancos centrales que han avanzado más es el proceso, como son Suecia y Uruguay. En el primero se citan los avances del Riksbank en el proyecto e-Krona, que comenzó a principios de 2017 y busca contrarrestar la disminución del uso de efectivo en el país nórdico. Sin embargo, las versiones actuales del plan en el libro mayor distribuido (DLT) todavía “se consideran demasiado inmaduras”, aunque no se descarta para el futuro.
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Por su parte el Banco Central de Uruguay acaba de completar un programa piloto sobre un CBDC de propósito general, el cual fue parte de un programa gubernamental de inclusión financiera que comenzó en 2011. A través del piloto se emitió el e-Peso entre noviembre de 2017 y abril de 2018. Actualmente el programa, considerado exitoso está en evaluación a la espera de nuevas pruebas, tomando en cuenta cuál será el papel final del banco central y su impacto en las empresas y la economía.
PERSISTEN LAS DUDAS
Estos resultados de esta investigación del BIS coinciden con los del estudio realizado en 2018 por el Comité de Pagos e Infraestructuras de Mercado (CPMI), el cual concluye que el 69% de los bancos centrales está actualmente, o pronto lo estará, realizando trabajos relacionados con monedas digitales del banco central. Allí se expone que, hasta ahora, solo se han concretado CBDC mayoristas (tokens de liquidación digital de acceso restringido), a través de pruebas de concepto para aplicaciones de pagos mayoristas, basadas en la tecnología de contabilidad distribuida.
El presidente del CPMI, Benoit Coeure, expresó en noviembre pasado sus dudas sobre la concreción de estos proyectos, por lo menos hasta después de la próxima década. Argumenta que la mayoría de los bancos centrales aún se encuentran en una etapa temprana de estudio de las monedas digitales.
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