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Bitcoin es una alternativa financiera en países con crisis económicas, como Venezuela y Zimbabue.
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Separar la economía de la política es una ventaja que ofrecería Bitcoin como moneda nacional.
Bitcoin ha sido catalogado por muchos como un método de pago de alcances internacionales, capaz de convertirse en un valor de cambio aceptado por comerciantes de todo el mundo. Sin embargo, pocos se han preguntado las implicaciones que podría tener que un país decida adoptar a bitcoin (BTC) como su moneda nacional.
Debido al actual conflicto político, social y económico que atraviesa Venezuela, personalidades del ecosistema de las criptomonedas han empezado a especular sobre cómo sería un país que adopte a bitcoin como moneda nacional y las consecuencias que esto traería.
Venezuela es reconocida por la inusual adopción de bitcoin por parte de su población, que se ha visto motivada por la crisis económica que atraviesa el país desde hace varios años atrás. Esta criptomoneda se ha convertido en una alternativa financiera para los ciudadanos de dicha nación. Bitcoin es mayoritariamente un método de resguardo de valor en el país latinoamericano, donde ha llegado a cotizarse un 10% más caro que en otras naciones.
El país caribeño se ha vuelto un foco de atención para el criptomundo debido a varios elementos, entre los que destacan su paradigmático uso de bitcoin, su coyuntura política nacional e internacional y su exposición a las criptomonedas a nivel gubernamental, incluyendo la creación del petro. En este sentido, muchos se preguntan si un país bajo las mismas condiciones de inestabilidad económica y apertura a las criptomonedas podría, en un futuro, decidir adoptar a bitcoin como su moneda nacional. Además, cabría analizar de qué forma eso afectaría las políticas económicas de dicha nación.
Una economía independiente de los gobiernos de turno, comercios internacionales más libres y autonomía económica y sin censura podrían ser algunas de las ventajas que brinde bitcoin a un país que lo tenga como moneda nacional.
ECONOMÍA SIN POLÍTICA
Héctor Cárdenas, CEO de CriptoNoticias, publicó en su cuenta de Twitter que Bitcoin es una herramienta financiera que ayuda en contextos de inestabilidad política, como los que se ven en este momento en Venezuela. En un hilo de tuits, el bitcoiner detalló que la moneda oficial de Venezuela, el bolívar, no es valorada por sus ciudadanos; situación que ha llevado a los venezolanos a recurrir a bitcoin para resguardar su economía.
Cárdenas toma en cuenta el contexto político-social actual de Venezuela, en donde un grupo importante de ciudadanos están exigiendo la constitución de un nuevo modelo de país. “Ahora el país lo hace la gente, es decir que son los ciudadanos quienes definen el proyecto, la empresa y le dan vida”, destaca el CEO, para agregar que la adopción de bitcoin puede ser una forma de definir un nuevo curso político y económico para la nación.
El bitcoiner afirmó que un país que adopta bitcoin es también una nación con una economía separada de la política nacional. Debido a que Bitcoin está constituido por usuarios a nivel mundial, es muy difícil que las medidas políticas de un gobierno de turno puedan afectar significativamente la economía de la nación.
A diferencia de las monedas fíat, que son emitidas por un banco central, los bitcoins se emiten de forma descentralizada por una red de mineros esparcidos por todo el mundo. Lo cuales son libres de dedicar tantos recursos como así lo decidan a esta actividad. Además, cualquier persona que cuente con los equipos y la tecnología necesaria puede dedicarse a la minería de bitcoins, sin necesidad de necesitar la autorización de algún ente de la red. Es decir, el poder recae de forma descentralizada en sus usuarios. Si una nación adopta bitcoin, es muy difícil que sus políticas internas y problemáticas sociales afecten el valor de esta criptomoneda y, por ende, no se desvalorizará por las decisiones de un gobernante de turno.
En este punto también hay que tomar en cuenta que la adopción como moneda nacional haría que la economía de dicho país se encuentre íntimamente ligada con la economía internacional, ya que la valorización del activo dependerá de las políticas monetarias mundiales y de cómo otras naciones, las empresas, el comercio y particulares adoptan esta moneda.
Guilleramo Torrealba, CEO de la casa de cambio Buda, tuiteó su impresión de que un país del mundo adoptase a BTC como moneda nacional. Según él, este escenario podría generar un alza en la criptomoneda que terminase por beneficiar a dicho país y, por consecuencia, multiplicando sus tenencias de dinero.
Basándose en el hecho de que el valor de bitcoin se ve afectado por las políticas internacionales, Torrealba considera que la adopción de esta criptomoneda por un país podría generar confianza en el criptoactivo y desatar un efecto dominó de adopción. En este sentido, mientras más adopten, más se valoriza la criptomoneda y más rico es el país que la posee como moneda nacional, especuló.
MENOS CORRUPCIÓN
Otra de las características de Bitcoin que podría ser beneficiosa para la economía de un país es su naturaleza pública y auditable. Todo movimiento de dinero realizado por el Estado quedaría registrado de manera inmutable en la blockchain de Bitcoin. Por lo que los ciudadanos de la nación podrían verificar si ese dinero efectivamente fue transferido y a qué dirección de Bitcoin se depositó.
El hecho de que las transacciones tengan que ser obligatoriamente públicas, aunado a que ninguna de las operaciones pueda ser borrada de la blockchain, ayudaría a combatir la corrupción en las cúpulas gubernamentales. En caso de malversación de fondos o intento de sustraer dinero del Estado, las pruebas quedarían en la red para ser revisadas por la comunidad internacional.
Este registro inmutable también puede ser muy conveniente si un grupo de personalidades del Estado desea sustraer activos de la nación y fugarse con los mismos, ya que quedarían las pruebas sobre a qué dirección fueron enviados dichos activos. En vista de que Bitcoin es seudoanónimo, autoridades internacionales ya están desarrollando métodos para monitorear estas transacciones y dar con el paradero de criminales.
GLOBALIZACIÓN Y LIBRE COMERCIO
La adopción de bitcoin como moneda nacional también puede motivar a un país a tener mejores políticas de libre comercio. Actualmente, los pagos transfronterizos ya representan un nicho en donde BTC brilla. Esto se debe a que permite a sus usuarios esquivar restricciones gubernamentales ligadas al control cambiario. Además, las comisiones por este tipo de transacciones a través de bancos y otras plataformas de transferencias electrónicas suelen ser mucho más altas que las de Bitcoin; sumado a que dichas operaciones también suelen tomar más tiempo de lo que pudiera tomar enviar algunos satoshis a otra esquina del mundo.
El hecho de que bitcoin sea una moneda internacional podría avivar la inversión extranjera, ya que su economía sería mucho más globalizada y tendría acceso a un mayor número de mercados. Así como ocurre con el dólar, bitcoin es una moneda de acceso más directo y los comerciantes no tendrían que realizar engorrosos intercambios de moneda para facilitar la importación y exportación de productos.
La nación que adopte a bitcoin también podría disfrutar de una unidad de cuenta internacional, tal cual como el peso y la distancia. Las monedas emitidas por gobiernos son comparadas constantemente con otras monedas o activos, como el dólar, el euro y el oro, para estimar su valor en el mercado.
Bitcoin es una unidad de referencia de por sí globalizada. Algo que haría innecesario realizar constantes conversiones monetarias para indicar el valor de un producto o de la misma moneda nacional. Esto podría motivar el turismo y facilitar que los extranjeros puedan realizar compras más libremente en dicha nación.
AUTONOMÍA ECONÓMICA
Una última ventaja que puede brindar una moneda nacional globalizada y descentralizada es la autonomía económica, además de evitar la censura a nivel internacional. El pasado 25 de enero, el Banco Central de Inglaterra denegó a Nicolas Maduro Moros una transacción de 1,2 millardos de dólares de la reserva en oro depositada en dicha institución. Maduro fue reconocido como presidente de Venezuela por la comunidad internacional hasta el 10 de enero del año en curso. Luego de esa fecha, Estados Unidos y la Unión Europea, además de una serie de países latinoamericanos, han dejado de reconocer a Maduro como presidente debido a circunstancias políticas que atraviesa Venezuela.
Las autoridades bancarias alegaron que, debido a las políticas recién acatadas por el Reino Unido, no podían autorizar la transacción hasta nuevo aviso. De tal manera que la posibilidad de que Maduro transfiriera dichos activos a Venezuela se vio bloqueada. El suceso ha llamado la atención del mundo de las criptomonedas, quienes, de forma sarcástica, consideran que todo esto ha ocurrido porque Maduro no tiene “la llave privada” de su monedero. Con esta frase hacen referencia a la campaña que realizaron una cantidad de reconocidos bitcoiners, en la que advertían sobre tener fondos en BTC en casas de cambio y servicios de custodia en manos de terceros, donde el dueño de dichos fondos no tiene acceso a la llave privada de su cartera de bitcoins y, por ende, tampoco a sus BTC.
Este hecho también fue comentado por Karl Smith, fundador del blog Modeled Behavior, quien ha criticado la decisión de ciertos Estados de mantener sus activos federales en oro depositados en bancos de otros países. Más allá de que el oro sea o no una opción recomendable para asegurar los activos de una nación, la realidad es que, al depositar dichos activos en un banco, el poder sobre estos no está en el Estado al que pertenecen sino en las autoridades bancarias.
En el caso especifico de un banco central de otro país, dicho dinero se encuentra sujeto a las jurisdicciones de la nación en donde se encuentra. Es decir, no acata los mandantos del Estado que posee los activos, sino del Estado que los está resguardando; lo que inhabilita a cualquier Gobierno para poder realizar transacciones libremente, con el dinero de la nación que este administra.
Es debido a ello que las sanciones internacionales pueden tener tal impacto en la economía de un país, ya que es el banco el que administra y el que tiene la última palabra sobre el dinero que resguarda. Si la moneda nacional fuese bitcoin, dichos activos no tuviesen que estar fuera de la nación y podrían ser transferidos con autonomía, ya que la nación tendría toda la disposición de los mismos.
BITCOIN TODAVÍA NO ESTÁ LISTO
Aunque todo esto suene muy bien y bitcoin se perfile como una opción financiera a tomar en cuenta, la realidad es que esta criptomoneda todavía no se encuentra lista para una adopción masiva, que pueda saldar la demanda de una nación. La volatilidad en los precios de BTC y, en especial, sus problemas de escalabilidad son dos de las grandes piedras de tranca para poder cumplir el sueño de una economía descentralizada y global.
La inestabilidad de los precios de bitcoin es una de las razones más citadas por usuarios de las redes sociales para contrarrestar esta utopía, considerando que una moneda que posea un mercado tan volátil podría poner en peligro la economía de una nación.
Pese a que la volatilidad es un punto que preocupa a muchos, bitcoin es volátil, precisamente, porque ha sido adoptado por poca gente con grandes riquezas. Por esta razón, hasta ahora no son muchos los que pueden influir en el precio del criptoactivo. En cambio, si todo un país adoptara la criptomoneda, esto secundaría una mejor distribución de la riqueza, que le daría mayor estabilidad a los precios de bitcoin.
La escalabilidad es realmente la gran problemática para una adopción a escala masiva. De hecho, este punto ha sido un freno para el sector empresarial. Para que Bitcoin funcione para toda una nación, es necesario que su red procese millones de transacciones por segundo sin verse colapsada.
Otros usuarios consideran imposible que un gobierno decida voluntariamente cambiar su sistema monetario por la descentralización de Bitcoin. En este sentido, Guillermo Torrealba esbozó que este tipo de adopción podría ser realizada en aquellas naciones cuya crisis monetaria sea insostenible y necesite de un cambio de paradigma.
Usuarios que seguían los comentarios de Torrealba indicaron que países como Venezuela y Zimbabue podría ser los más idóneos para un experimento de este tipo, debido a la situación económica que atraviesan en estos momentos. Asimismo, consideran que las naciones sancionadas a nivel internacional, como Irán, también podría estar interesadas en aplicar un modelo de este tipo.
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