Hong Kong se está enfrentando al sector de tokens no fungibles (NFT). El organismo de control financiero del país cree que ciertos tokens certificados en blockchain pueden considerarse activos financieros. Están sujetos a las mismas normas. Las empresas especializadas en NFT deberán solicitar una licencia para operar en Hong Kong.
Hong Kong distingue 2 categorías de tokens no fungibles (NFT)
Hong Kong parece decidido a regular el sector de tokens no fungibles (NFT). La Comisión de Valores y Futuros (SFC), la policía financiera del país, distingue dos categorías de activos digitales certificados en blockchain.
Según la SFC, la mayoría de las NFT en el mercado están destinadas a “representar una copia única de un activo subyacente, como una imagen digital, una obra de arte, música o video” . En este caso, las obras digitales están fuera del control de la organización.
Por otro lado, el policía financiero considera que la segunda categoría de NFT entra dentro de su “competencia regulatoria” . Estos son tokens no fungibles que se encuentran en el límite “entre un objeto coleccionable y un activo financiero” . El regulador asegura que ciertos tokens están “estructurados de forma similar a los valores financieros” en el marco de un “régimen de inversión colectiva” .
Regulaciones para regir la venta de NFTs
Claramente, la SFC parece apuntar a las NFT cuyo objetivo es financiar un proyecto y que permiten recibir beneficios. En este caso, la organización recuerda que en Hong Kong se ha puesto en marcha una normativa. Las empresas que ofrecen activos digitales de este tipo deben solicitar una licencia a la SFC . Este también es el caso de las empresas ubicadas en el extranjero que se dirigen a inversores que residen en Hong Kong.
El policía financiero también asegura que el mercado NFT expone a los inversores a “mayores riesgos, incluyendo volatilidad, precios opacos, piratería y fraude”. La SFC recomienda que los inversores sean conscientes de los riesgos inherentes al sector de tokens no fungibles antes de embarcarse.
Hong Kong, que alguna vez fue muy blando con las criptomonedas, ha endurecido gradualmente su postura en los últimos años. Los reguladores primero comenzaron a aumentar su supervisión de los intercambios de criptoactivos e impusieron reglas estrictas para el comercio. A pesar de las medidas tomadas, la normativa vigente en el país sigue siendo particularmente vaga, lo que complica el desarrollo de empresas especializadas.
En este contexto, Binance se vio obligada a abandonar su oferta de derivados en territorio de Hong Kong. Muchas empresas trasladaron entonces sus actividades a otros países , como Singapur o las Bahamas. Este es particularmente el caso de FTX, que trasladó su sede a las Bahamas el año pasado.