La criptoización presenta amenazas sin precedentes para la estabilidad financiera mundial. ¡Así es cómo!
La criptomoneda ha abierto un nuevo mundo de oportunidades. La aparición de los activos digitales y su rápido crecimiento puede conducir a la ‘criptoización’ de las economías locales, lo que podría socavar los intercambios y los controles de capital, amenazando la estabilidad financiera global.
Con el uso creciente de activos digitales, la necesidad de intercambios de cifrado, sistemas de billetera y emisores de monedas estables también está en aumento. Varias de estas entidades carecen de prácticas de riesgo y de gobernanza operativa sólidas. Los intercambios de cifrado se han enfrentado a importantes interrupciones durante la turbulencia del mercado, como durante los incidentes de piratería de alto perfil. Pero a pesar de esto, la criptomoneda aún no se ha enfrentado a ningún desafío grave. El uso creciente de activos digitales se debe a que es un método más barato y rápido para realizar transacciones.
¿Qué está en riesgo?
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento de los activos digitales ha puesto en riesgo la protección del consumidor. El anonimato de los activos criptográficos crea una brecha donde los reguladores criptográficos generalmente fallan, dejando un camino claro para el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. Las organizaciones reguladoras solo pueden rastrear las transacciones, pero no las partes involucradas en ellas.
El FMI también advierte que en el futuro, la adopción rápida y generalizada de la criptomoneda puede imponer desafíos importantes como la criptoización, donde los ciudadanos de un país comienzan a usar activos digitales en lugar de la moneda local o fiduciaria. El Salvador ya se ha convertido en el primer país en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal, y los partidarios afirman que este experimento reduciría los costos en miles de millones de dólares para las remesas.
La organización afirma que el nivel exacto de adopción de la criptografía en los países en desarrollo aún es difícil de estimar. Varios factores, como la baja credibilidad de los bancos centrales y la banca nacional débil, pueden actuar como catalizadores de la creciente adopción de criptografía.
La criptoización también representa una amenaza para las políticas fiscales, ya que los activos digitales pueden facilitar la evasión fiscal. También puede provocar salidas de capital que perturbarán el mercado de divisas.
Los reguladores y los formuladores de políticas deben priorizar la implementación de estándares criptográficos globales. Las regulaciones deben reevaluarse para monitorear los desarrollos recientes en el ecosistema criptográfico y los riesgos que crean. Los responsables de la formulación de políticas también deben dar prioridad a que las transacciones transfronterizas sean más rápidas, más baratas y más inclusivas.