Vitalik Buterin, el creador de Ethereum, ha vendido muchas de sus ‘fichas de perro’, como SHIB &AKITA. Estos fueron enviados a él en lugar de una quemadura.
Hoy en día, ese precedente ha sido destrozado – Vitalik ha demostrado que no tiene reparos en vender sus “monedas quemadas”.
Una ola de ventas a través de Altcoins
Varias altcoins de gorra pequeña siguieron su ejemplo después de que Vitalik dejó caer sus maletas – al otro lado del tablero, altcoins relacionados con perros se desplomó. SHIB estaba en caída libre en Binance Futures, y KUMA (desplegado por el propietario del contrato SHIB) cayó más del 95% en pocos minutos.
Después del evento que sacudió el mercado, Vitalik comenzó a hacer una serie de enormes donaciones. Envió más de $1.000 millones en SHIB al fondo India Covid-Crypto Relief e hizo varias otras donaciones grandes a organizaciones como GiveWell y Charter Cities Institute.
Un poco de historia: muchos de los desarrolladores de los clones enviaron la mayor parte del suministro circulante de la moneda a la megafonía de Buterin como una “prueba de quemadura”, apostando por el hecho de que no los abandonaría. Bueno, se equivocaron. Así es como se ven las secuelas:
La reacción de Internet
El auge de las monedas de meme durante las últimas semanas ha sido impresionante de contemplar : la decisión de Vitalik de comercializar el vertido de sus monedas ha demostrado ser extremadamente polarizante.
Una multitud de personas defendió a Vitalik como el bastión de los principios del libre mercado, señalando cómo los comerciantes codiciosos que buscaban ganar dinero rápido en los mercados consiguieron lo que les venía. Efectivamente, Vitalik recuperó enormes cantidades de esas ganancias y las puso directamente en manos de organizaciones benéficas que sin duda salvarán miles de vidas. Los operadores más conservadores se complacen en ver que las apuestas ultra-arriesgadas no siempre se llevan a cabo como estaba previsto.
Por otro lado, franjas de nuevos operadores de criptomonedas están enfurecidos por la medida de Vitalik que ven como un acto de mala fe (viendo que las monedas se suponía que estaban ‘quemadas’, y Vitalik ‘debería haber respetado eso’).