Fira es una de las primeras criptoartistas latinoamericanas que se sube al ‘boom’ del blockchain en el arte.
Una cosa es tomar una foto de la pintura de la Mona Lisa y otra que la Mona Lisa pinte. Esa es una de las maneras de entender tokens no fungibles (NFTs), que en las últimas semanas han asombrado al mundo con transacciones de US$11 millones para canciones digitales y hasta US$70 millones para una obra de arte. Digital.
Desde una finca cerca de Villavicencio, en medio de las Llanuras Orientales de Colombia, con un bolígrafo digital y una tableta, Camila Fierro, conocida como ‘Fira’, dibujó la obra ‘Starry Kiss’ que cuando se vendió la noche del martes a través de la plataforma Mar Abierto, la convirtió en una de las primeras criptodemoteras latinoamericanas y quizás la primera colombiana.
Aunque esa transacción está lejos de los millones que han recaudado artistas criptográficos como Beeple, la operación de alrededor de 0,3 Éter (un poco más de US$ 500), es una muestra del momento en que el arte digital está viviendo.
La venta de esta obra, que en el futuro formará parte de la galería virtual del fondo Altered Ventures, fue concebida en medio de una conversación informal sobre galerías virtuales en la plataforma de audio Clubhouse, una discusión que comenzó en un club que se autodenomina ‘Cryptocositas‘, que fueron moderadas por el cofundador de Platzi Christian Van Der Henst y el inversionista mexicano Mario Valle , que terminó siendo el comprador.
‘Starry Kiss’, la obra que se vendió en Mar Abierto, es una representación del amor en medio de la pandemia. A través de mar Abierto.
En las próximas 24 horas, el resto de la ‘gota’ – como se conoce a los lanzamientos de una nueva colección – de ‘Fira’, las obras ‘Autorretrato’ y ‘La mujer’, se vendieron en su totalidad utilizando tecnología blockchain.
“Si antes no eras un artista famoso, estabas destinado a que tu trabajo fuera olvidado, ahora que NFT existe, tu trabajo no será olvidado”, explicó Fira en una entrevista con Forbes. “NFT es una huella digital que se puede rastrear con el tiempo, en 50 años sabré cuántas veces se ha vendido mi trabajo. Es importante que usted está en este mundo de blockchain para tener una marca por el resto de su vida “.
El arte digital, ahora llamado criptoarte, se ha hablado desde los años sesenta, pero los acontecimientos de las últimas semanas han dado protagonismo a los NFTs, que son un sistema que verifica la autenticidad y propiedad de un archivo digital gracias a la blockchain -la tecnología utilizada por Bitcoin y otras criptomonedas.
Hasta ahora, una obra de arte creada con tecnología -una ilustración, una foto o un vídeo- podía duplicarse un número infinito de veces: la copia no podía distinguirse del original. El NFT certifica la autenticidad y, por lo tanto, identifica cuál es el original y cuál es la copia.
Artistas como el DJ Steve Aoki y el cantante de reggaeton Ozuna han lanzado colecciones de arte digital como NFT inspiradas en su música que se han vendido en masa. Esta misma semana, la plataforma de educación online Platzi, lanzó la colección ‘Never stop learning’ realizada por ocho diseñadores de su equipo cuyos ingresos eventuales se destinarían a becas para nuevos estudiantes.
“Bajo la batuta de Emiro Arrieta, nuestro jefe de Diseño, se formó una imagen que refleja nuestros valores, los de Platzi y su comunidad que se supera cada día”, le dijeron a Forbes desde Platzi, quien decidió repensar de esta manera los murales que tienes en tus oficinas físicas que han dejado de ayudar en la migración al trabajo remoto.
El próximo estreno serán ocho cuadrantes del mosaico individual, además de una obra animada que saldrá a subasta pública. “Nos dimos cuenta de que un muro digital era el mejor escaparate para nuestra visión de usar blockchain para recopilar, archivar y certificar creaciones digitales. Las NFT son una realidad que va a revolucionar el mundo del arte”.
Mientras tanto, para Fira, que es ingeniera civil de profesión y artista por vocación, el criptoarte es la última parada de una serie de proyectos basados en su propuesta artística que utiliza la técnica del dibujo de un solo trazo. Llegó a esto después de que un amigo le diera el libro de oro digital de Nathaniel Popper.
“Cuando lo leí empecé a entender lo que está pasando con el cripto, me dije a mí mismo que tenía que involucrarme, si quiero ser artista digital, tengo que estar en cripto, pero al principio me perdí porque no hay nada de esto en español”, dice Fira. Todo el mundo habla de Bitcoin, pero es sólo una moneda de los miles que hay, este es un mundo gigante.”
Hace unos días, le encargaron algunas ilustraciones para Vogue, después de darse a conocer a través de su cuenta de Instagram en la que muestra retratos digitales, lienzos, pero también prendas de moda que ha diseñado, como camisetas o una línea de pantalones que creó tras perder un concurso de Águila Americana y llegaron a utilizar personalidades como Laura Tobón , Mercedes Campuzano, Calle y Poché y Daniela Salcedo. A finales del año pasado, envió uno de sus busos a J Balvin.
Fira también es embajadora de One Young World por su trabajo con Ya Tengo Donde Escrib, fundación que creó cuando tenía 17 años para regalar cuadernos con sábanas recicladas, pero en el futuro le gustaría poder regalar a los niños tabletas y computadoras. “Todo lo que he aprendido ha sido gracias a la tecnología y quiero que muchos niños que aún no tienen estas oportunidades las tengan”, subraya.