California, un estado conocido por la naturaleza divisiva de la política del agua cortesía del omnipresente peligro de una sequía, ahora está buscando implementar una solución blockchain para aliviar la crisis hasta cierto punto.
La organización de investigación de California, Pacific Institute, ha abierto una ONG llamada The Freshwater Trust en colaboración con IBM y SweetSense para crear un proyecto de gestión del agua que emplea un sistema basado en blockchain. El sistema tiene como objetivo instalar sensores de Internet de las cosas (IoT) a través de bombas de agua alrededor del delta del río San Joaquín de Sacramento para rastrear el uso de las aguas subterráneas en tiempo real. El objetivo es monitorear y gestionar el suministro de agua e incentivar el uso responsable por parte de los usuarios agrícolas y empresariales para aliviar las presiones sobre la mesa de agua.
Los acuíferos en California están agotando rápidamente debido a la agricultura intensiva y el uso industrial pesado; a un ritmo que no se puede reponer a través de los recursos naturales, haciendo que la conservación sea la clave para resolver el problema. La solución basada en sensores de IoT realizará un seguimiento de los niveles de agua subterránea aspirados por bombas individuales y, a continuación, cargará los datos vía satélite a la cadena de bloques de IBM sin ninguna conexión a Internet. Los datos se utilizarán para calcular y otorgar créditos de agua según el uso, lo que permitirá a su propietario el derecho a bombear un volumen establecido de agua subterránea. Del mismo modo, si las personas necesitan menos agua por alguna razón, pueden tratar estos créditos de agua como un activo y venderlos con fines de lucro.
Esto podría ser genial para racionalizar la distribución de recursos hídricos ya escasos según las necesidades personalizadas de los consumidores, ya que el sistema blockchain respaldado por la IA podría reconocer las oportunidades potenciales de comercio de crédito hídrico y notificar a los administradores y empresas relevantes. También da a los consumidores un incentivo para ahorrar agua, ya que ahora será un producto con un valor económico claro. En esencia, todo este sistema puede llegar a ser un método eficaz para mejorar la crisis de escasez de agua subterránea en la región y, con suerte, evitar la catástrofe ecológica en todo el estado que se cierne sobre los grandes.