Con la amplia difusión que han tenido las Ofertas Iniciales de Moneda (ICO), muchos han sido los proyectos que han aprovechado este mecanismo de financiamiento para captar importantes sumas de fondos para sus proyectos. Sin embargo, este esquema de financiamiento ha probado tener sus importantes riesgos, al que se le suma un nuevo peligro.
Según explicaron los especialistas en desarrollo y programación blockchain Lorenz Breidenbach, Phil Daian, Ari Juels, y Florian Tramèr -a excepción de Tramèr quien proviene de Stanford, todos profesores o estudiantes de doctorado en la Universidad de Cornell-, en un documento académico titulado Para hundir favorito (frontruner) envía un submarino, existe la posibilidad de que algunos nodos puedan infiltrarse en una ICO, priorizando la ejecución de su transacción, combinando el conocimiento sobre el funcionamiento de la ICO -bonos, precio de los tokens, características del contrato inteligente– y modificando sus apuestas en la oferta a partir de ese conocimiento, gracias a la importante cantidad de información sobre las transacciones a las que pueden acceder los mineros.
Los mineros reordenan, censuran y / o insertan sus propias transacciones para beneficiarse directamente de los mercados que operan en mecanismos económicos de blockchain. El frontrunning de los mineros aprovecha la responsabilidad de estos en un sistema blockchain para ordenar transacciones.
Lorenz Breidenbach, Phil Daian, Ari Juels, y Florian Tramèr
No se trata de un tema baladí, pues cada vez los ataques son más sofisticados, y comienzan a fijarse en las Ofertas más grandes, donde los bonos e incentivos juegan un papel fundamental, logrando excluir de la participación a los inversionistas más pequeños. Según la investigación, es vulnerable cualquier esquema que: “a) proporcione información completa a los mineros b) no incluya montos determinados para priorizar operaciones y c) se ordene según los montos las transacciones”.
Sin embargo, los investigadores proponen una forma de mitigar, que no eliminar completamente, este fenómeno. Según el equipo de investigación, esto se puede desarrollar con el envío de ‘submarinos’, cuya idea clave es ocultar los envíos al Contrato de la ICO junto con otras transacciones no relacionadas e indistinguibles.
En lugar de simplemente ocultar montos de transacción, lo cual no es suficiente para evitar el frontrunning, los envíos submarinos ocultan la existencia misma de una transacción. Por supuesto, una transacción permanentemente oculta no es muy útil. Los envíos submarinos también permiten que el remitente aplique una transacción en cualquier momento deseado en el futuro.
Lorenz Breidenbach, Phil Daian, Ari Juels, y Florian Tramèr
El submarino incorpora una transacción real entre una colección de transacciones de cobertura, logrando que la transacción submarina se encuentre en un conjunto, en donde se acompaña con otras transacciones de cobertura que ofrecen anonimato. Esta forma de anonimato hace ‘invisible’ el submarino ante el frontrunner, ofreciendo una solución poderosa y práctica que aprovecha que ya hay un volumen bastante alto de transacciones de cobertura de bajo a medio valor en Ethereum, en donde se desarrolla una gran mayoría de las ICO del mercado.
Las ICO han recaudado cerca de 2 billones de dólares desde su irrupción en el ecosistema y cada vez generan mayor interés, no solo en potenciales inversionistas, sino en entes reguladores de todo el mundo, que han advertido de los peligros que, como el frontrunning, pueden afectar la potencial inversión en una de estas Ofertas.