El proveedor de softwares anti-lavado de dinero para bitcoin, Chainalysis, en conjunto con la iniciativa no gubernamental contra la trata de humanos, Proyect Protect, han declarado recientemente estar desarrollando proyectos enfocados en la utilización de blockchain y criptomonedas para la lucha contra el tráfico humano.
El tráfico humano es una práctica arraigada en la humanidad desde el origen de la civilización. Hombres y mujeres fueron comerciados como esclavos y prostitutas desde tiempos antiguos. Guerras e invasiones forzaron a migrar a poblaciones enteras legando una historia de horror y miseria. Hoy en día, el tráfico humano es ilegal y un delito de lesa humanidad. Sin embargo, como toda actividad fuera de la ley, esto no significa que no se siga practicando, a tal punto que incluso ha llegado a salpicar a las criptomonedas.
En el 2015 se empezaban a realizar acusaciones donde se relacionaba a bitcoin con el tráfico humano. Backpage, un sitio web de clasificados que aceptaba pagos en tarjeta de crédito y bitcoins, se vio sumido en una controversia luego de que su CEO, Carl Ferrer, fuese arrestado por felonía a menores y prostitución, suceso que llevó a medidas legales tomadas por las autoridades judiciales de Illinois, Estados Unidos, y al cese de operaciones de Visa y MasterCard con la empresa.
Sin embargo, bitcoin y las criptomonedas, debido al “pseudonimato” de sus usuarios y de la procedencia de sus fondos, se vio envuelta en esta controversia hasta el punto de llegar a ser considerada promotora de delitos. Vale mencionar que esta no es la única vez en que las monedas criptográficas son usadas por delincuentes, ya que las mismas también han aparecido vinculadas a la venta de droga, en casos como Silk Road, y al financiamiento terrorista, relacionándoseles con ISIS.
Esta problemática que se ha suscitado con bitcoin, entre otras criptomonedas, ha llevado a autoridades gubernamentales y de seguridad a tratar de conseguir un punto medio en donde las monedas criptográficas puedan ser utilizadas, pero al mismo tiempo no se presten para la masificación de actividades delictivas.
De esta misma manera piensa Timea Nagy, víctima del tráfico humano y promotora del proyecto OPAPA encargado de la protección de víctimas de la esclavitud sexual. En una reunión ejecutiva organizada por Timea´s Cause, Nagy pidió a las autoridades financieras modernizar la forma en que hacen seguimiento a las transacciones de fondos monetarios, ya que una comercialización que sea de difícil seguimiento es una transacción que se puede prestar para el tráfico humano. Timea Nagy, en una entrevista para Coindesk, habló sobre el tema:
Antes, nosotros podíamos hacer seguimiento a los traficantes de victimas sexuales. Pero, debido a bitcoin, no se puede ver de donde proviene el dinero y a donde va. Esto hace muy, muy dura la tarea de los investigadores para hacer seguimiento del dinero, especialmente en el tráfico humano.
Timea Nagy
Este llamado de ayuda contra el tráfico humano hizo posible la participación del Banco de Montreal (BMO) en un proyecto de ayuda por medio de su director Peter Warrack, quien aceptó el reto que proponía Timea Nagy sobre las transacciones financieras reuniéndose con la autoridad regulatoria canadiense FINTRAC.
Esta iniciativa motivó a lanzamiento de Project Protect, cuya finalidad es investigar la manera en que el tráfico humano es comercializado. El proyecto está liderado por Joseph Mari, miembro de la Asociación Certificada de Especialistas en anti-lavado de dinero (ACAMS), así como también participan en él miembros de grandes bancos en Canadá, incluidos el Banco de Montreal, el Banco Imperial de Comercio Canadiense, el Banco Real de Canadá, el Scotiabank y el Banco Toronto-Dominion. Los bancos fueron contactados bajo la premisa de que ellos son quienes observan en mayor medida los movimientos monetarios del globo.
Inicialmente el objetivo del proyecto era detallar cómo identificar el tráfico humano a través de las industrias, por medio de actividades que causan sospechas como servicios financieros y de viajes, así como manejo de propiedades, enfocándose en cuales tecnologías ayudaban a los delincuentes a cubrir sus transacciones, las cuales incluían 17 tipos de patrones de transacciones financieras, 6 indicadores y 11 tipos de transacciones propiamente dichas, investigación que fue publicada por FINTRAC el pasado diciembre.
La investigación destaca que Bitcoin y otros tipos de monedas virtuales, frecuentemente compran en múltiples pequeños montos (eg. $3, $12; $24), directamente del cliente o de la casa de cambio.
Debido a la naturaleza de bitcoin se hacía muy difícil para los investigadores hacer un seguimiento de las transacciones de esta moneda, aun cuando los indicadores podían dar una idea de cuales transacciones eran más sospechosas. No obstante, también hay métodos donde aún más se dificulta el seguimiento de una transacción en criptomonedas, como por ejemplo ocurre con el uso de los mixers.
Por esta característica propia de las criptomonedas, el Project Protect se asoció con Chainalysis, plataforma que tiene como objetivo utilizar la blockchain de bitcoin para luchar contra el crimen cibernético. Barclays y la Europol, son dos de las asociaciones que están ayudando a este proyecto que busca identificar una tipología de uso de criptomonedas para el tráfico humano con la ayuda de casas de cambio bitcoin, bancos, compañías y gobierno.
A pesar del enorme apoyo internacional que ha recibido el Project Protect, el uso de criptomonedas para rastrear perpetradores de trata humana se encuentra aún en su fase inicial. Por el momento, el proyecto tiene dos objetivos: incrementar los reportes de transacciones sospechosas que encajen en los criterios que su equipo de instituciones ha creado; y educar a las personas respecto a cómo las criptomonedas están siendo utilizadas en el tráfico de humanos en la actualidad. Joseph Mari estableció que cualquier ayuda internacional que puedan obtener respecto a cómo luce la trata humana en la blockchain será de gran ayuda.
Autoridades de otras partes del mundo también están en la búsqueda del desarrollo de un sistema policial que pueda hacer seguimiento a transacciones en criptomonedas que resultan sospechosas o que posiblemente puedan estar relacionadas a delincuentes, como recientemente lo ha anunciado la policía de Dinamarca. De la misma manera Microsoft busca desarrollar una solución para la identidad de la blockchain que podría ayudar en este tipo de casos. Estas investigaciones y proyectos en conjunto podrían liderar una lucha contra cualquier tipo de promoción de actividades fuera de la ley por medio de bitcoin o cualquier otro tipo de moneda virtual, de la misma manera en que ayudaría a la protección de las víctimas que sufren de las consecuencias de estos actos delictivos, pero para conseguir esta meta se necesita de una colaboración organizada e interesada en la problemática.
Aunque estos proyectos e investigaciones aún se encuentren en su fase inicial, que dichas organizaciones estén en búsqueda de una forma de lucha contra el uso de las criptomonedas para actividades ilícitas por medio de una solución blockchain podría ayudar a que las monedas criptográficas dejen de ser relacionadas al mercado negro y tildadas de promotoras de ilegalidad. Esto podría facilitar e impulsar el interés de una mayor cantidad de compañías y entes gubernamentales para la adopción de las criptomonedas y la tecnología de contabilidad distribuida. Por ahora, bancos como Scotiabank y entes gubernamentales como la Reserva de los Estados Unidos han empezado a impulsar pruebas y proyectos de tecnología blockchain para aplicarlas a sus sistemas financieros, por mencionar dos entre incontables iniciativas.