Mientras que la blockchain cada vez despierta más interés en los distintos gobiernos alrededor del mundo, Bitcoin y las demás criptomonedas no han corrido con la misma suerte. Era de esperarse que a los entes centrales no les agrade demasiado la descentralización, pero siempre hay una excepción a la regla. En este caso, es el Partido Pirata.
Este partido político nació en 2006 en Suecia gracias a la iniciativa del emprendedor de informática Rickard Falkvinge. Desde allí ha sido importado a diversos países, pero en todos pretende defender los derechos civiles, la democracia directa, el acceso libre al conocimiento, la neutralidad digital, la economía solidaria y la transparencia. Además, suele caracterizarse por sus miembros: anarquistas, hackers, libertarios y, en general, personas anti-sistema. Por supuesto, todos a favor de Bitcoin, que parece ser la más accesible encarnación de sus principios descentralizados.
Ancilla van de Leest, quien solía ser modelo fetichista, y que desde junio de 2016 es la líder del Partido Pirata de Países Bajos, explica que este es el único partido con estas características.
Somos el único partido político que comprende el impacto que el mundo digital y sus desarrollos (…) El Partido Pirata vino de Internet, por lo que nuestros fundamentos están estructurados en torno a un mundo digital.
Ancilla van de Leest
Y un mundo digital, claro está, incluye a Bitcoin también dentro del gobierno, en donde este partido pretende incluirlo. De hecho, para poder participar en las próximas elecciones parlamentarias, el Partido Pirata de este país continúa utilizando sus donaciones en bitcoins para la campaña e incluso intentaron pagar con esta moneda el depósito de 11.250 euros solicitado por el Consejo Electoral para su participación. Aunque finalmente ese organismo no aceptó los bitcoins, desde el Partido Pirata tan sólo tuvieron que cambiarlos por euros para poder usarlos. Cosa que seguirán haciendo, ya que, además, han declarado no confiar en los bancos centrales, afirmando incluso que sus operaciones podrían clasificarse como ‘criminales’.
La líder del partido propone a Bitcoin como mejor alternativa.
Pone en práctica todo por lo que luchamos: la descentralización del poder, la rendición de cuentas, la transparencia y el espacio para el crecimiento orgánico y la innovación pública de la mejor manera posible. Que el código subyacente sea transparente y mantenido por la comunidad aumenta su confiabilidad. Que Satoshi Nakamoto haya permanecido en el anonimato está muy en línea con nuestros esfuerzos para proteger a los que desafían el sistema (…) Tanto Bitcoin como el Partido Pirata están a punto de tomar el control de los intermediarios y de las concentraciones de poder. Hemos utilizado bitcoins para pagar otras cosas directamente en el pasado y seguiremos haciéndolo en el futuro.
Ancilla van de Leest
Asimismo, el Partido Pirata pretende devolver el poder a las personas para que ellas mismas tomen el control de las decisiones que les afectan. Con Bitcoin tomarían en sus manos la gestión de su propio dinero, sin necesidad de intermediarios, así que de hacerse lugar en el gobierno sin duda este partido promoverá las criptomonedas.
Las próximas elecciones parlamentarias de los Países Bajos, que servirán para elegir a 150 representantes, se celebrarán el 15 de marzo del año en curso. Y aunque por los momentos el Partido Pirata no parece tener ventaja en las encuestas, ya tiene un buen antecedente en Islandia, donde logró ganar buena parte de los escaños el pasado octubre y ya forma parte de la coalición de gobierno.